martes, 1 de mayo de 2018

Erotismo aural




Uno de los últimos lanzamientos del sello barcelonés Marbre Negre está protagonizado por Daniel Sedcontra con una triple cassette llamada Aural Irrumatio que recoge extracciones y manipulaciones sonoras de vídeos pornográficos a través de unas secuencias repetitivas de una punzante e hipnótica sonoridad que habíamos podido apreciar en sus anteriores presentaciones en directo desde 2014. En una audición reposada y atenta, uno aprecia mejor una vociferación física que casi tiene más connotaciones con la música concreta que con la industrial, más habitual esta última a propuestas de amoralidad a través de sugerencias sonoras aderezadas con imaginería extrema. En definitiva una escucha que como bien dice Sedcontra "está destinada quizá a despertar al erotómano en el melómano y al melómano en el erotómano".

La incursión del gemido o suspiro erótico en la música concreta se puede encontrar en el disco Symphonie pour un homme seul de Pierre Schaeffer o en Les Danses Organiques de Luc Ferrari quien acudió a dos mujeres para que grabaran estos sonidos en el mismo estudio, lo que probablemente constituyó un acto de voyeurismo en toda regla. Otra compositora también adscrita al Groupe de Recherches Musicales como es Beatriz Ferreyra con Pas de 3 ou plus se adentró en estas sonoridades que han sido analizadas desde el punto de vista femenino y feminista por la compositora y ensayista Juliana Hodkinson en Making Sex Sound.

En un terreno alejadísimo del anterior, pero que sin embargo también se abastece del erotismo aural podemos señalar la reveladora cada vez mayor presencia de lugares en la red donde encontrar audio erótico o directamente porno, sus nombres lo dicen todo (Sounds of pleasure, Audible Porn o Aural Honey), una práctica que bien puede recordar muchos años antes en 1965 en un disco tan bizarro como era Tortura, The sound of pin and pleasure.










Cromagnon, Ritual feast of the libido. De su album Orgasm, 1969.

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