jueves, 2 de marzo de 2017

Música Biónica de Maurizio Bianchi



El rescate que en 2002 hizo el director del sello Alga Marghen Emanuele Cercano de la obra de Maurizio Bianchi fue fundamental, tanto para que éste volviera a publicar nuevos trabajos después de su reclusión en los noventa, como para que acontecieran un sinfín de reediciones de su extensa obra centrada en la primera mitad de los ochenta. Un ejemplo más de ello lo tenemos en la reciente edición que el sello  local Música Dispersa Records ha hecho de una grabación privada que Bianchi hizo con el título de Clockwork Orange en 1980. El trabajo de M.B. tuvo un seguimiento considerable en España siendo sus primeros lps. distribuídos por Auxilio de Cientos e incluso gozó de la edición de su cassette Mectpyo por el sello Gand Mal Edicions de Anton Ignorant. También repasando fanzines especializados de la época podemos encontrar artículos especialmente en Trepidación que recogía esta declaración de intenciones del propio músico:

Endometrio representa el primer ejemplo de "Música Biónica", del sonido, es decir, obtenido sinteticamente de las manipulaciones y transformaciones de origen electrónico pre-registrados. En contraposición a la música de sintetizadores y la obtenida con el uso del calculador, en la Música Biónica de "bios" y "electrónica") el concierto del discurso continuo viene en gran medida desautorizado, y a eso se opone la estructura, la aglomeración del sonido, la sucesiva oleada de un pulular de micro-organismos reagrupados en sesiones breves cada una como cerrada otra vez en los saltos de respiración,  la violenta descarga de sonido sujeto a sesiones breves, cada una como encerrada otra vez en los límites temporales de la propia respiración, la violenta descarga de sonido sujeto a pequeños saltos dinámicos internos, la deseada "disociación" organizada del enlace sintetizado, la reducción a pura materia fónico-orgásmica, en suma la planificación del negativo.

Esto es la música experimental de la segunda posguerra (concreta, electroacústica, con sintetizadores y ordenadores, etc). Así como prefija ante todo la frustración de toda veleidad de identificación del gozo, a fin de proporcionar del mundo actual una imagen inquieta y sin dirección precisa; pero ahora la música experimental pre-apocalíptica, la Música Biónica apunta y rechaza con intransigencia todo tipo de neo-vanguardismo o neo-poética del objeto, para afirmar el motivo de un profundo empeño biológico/humano y fisiológico/evolutivo. Es una vía que trata de romper el círculo cerrado poniendo dialecticamente el negativo en relación con una proyección positiva.

No es la "inaccesibilidad" de mi trabajo por parte del oyente burgués lo que me interesa, más bien la "accesibilidad" por parte del oyente, de un todo nuevo, vivo, liberado y partícipe.

Un texto que ilustra en gran medida el apocalipsis radioterapeútico que Maurizo Binchi libera en tres años (1982-1984) de hiperactividad productiva que el bautiza como música biónica desde discos como Endometrio, Menses, Regel, The Plain Truth, Carcinosi, Das Testament o Armaghedon, auténticas paredes de descomposición sonora con una imaginería terminal propia de la edad tecnológica.






                                                               Enrico Cattaneo, Paesaggio



Entrevista para Radio Popolare, una de sus pocas aparciones públicas.


Maurizio Bianchi The Plain Truth

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