martes, 22 de diciembre de 2015

Marcelo Expósito y su sello de cassettes Necronomicón en Puertollano



De la reconocida escena española de cassettes de los años ochenta el sello Necronomicón fundado en Puertollano en 1984 por Marcelo Expósito ocupa un lugar destacadísimo con sus cuatro números editados,  tanto en la cuidada selección de los participantes en sus recopilaciones como en el acompañamiento de estas por un fanzine en que uno podía apreciar el trabajo gráfico de las formaciones marcadas por impactantes fotos y collages que alternaban frecuentemente la imaginería de las vanguardias históricas junto a la llamada "industrial culture", una estética de ambivalencia provocadora que fuertemente contrastaba con la placidez de los ochenta. (Podeis ir a Wet Dreams de Stahlfabrik para oir todo este material).

Tras la etapa de Necronomicón, Marcelo Expósito abordaría escritos de teoría crítica, edición (Brumaria donde también colaboraba Francisco Felipe de La Otra Cara de un Jardín) y videocreación muy en consonancia curiosamente con muchos participantes de sus cassettes como Joel Hartling de Architect's Office que después de crear Zamizdat Trade Journal colaboró en films de Stan Brackhage, Graf Haufen  abriría en Barlín un espacio para sus Artcore Editions marcado por el mail art o las instalaciones, Wolfgang Muller de Die Tödliche Doris en el mundo performático y filmico o Christian Pfluger de los deliciosos Die Welttraumdorscher desde las instalaciones y docencia.

La línea futura de trabajos de Marcelo estaría marcada en gran medida por la memoria histórica, las transformaciones metropolitanas y la globalización, hechos que estaban ocurriendo incluso en su Puertollano natal donde el gran tejido industrial que trajo una considerable inmigración estaba siendo desmantelado como en el caso del Complejo Solaria; el siguiente escrito de el mismo para el Festival NRVP refleja claramente su actividad:


Trabajo desde hace veinte años (exactamente desde el Bideoaldia en Tolosa en 1987) en líneas de actividad que hibridan la escritura crítica, la organización y curaduría de encuentros y otros tipos de eventos, la impartición de docencia y la participación en seminarios, la edición, la realización de obra en diferentes soportes (vídeo, instalación, publicaciones…)… No obstante, concibo el conjunto de mi actividad comola propia de un artista que ha extraído, de la herencia de las vanguardias históricas, conclusiones poco amables para la historia y la institución artísticas: que se puede (a veces se debe) hacer un arte que “no lo parezca”, que la introducción del paradigma comunicativo, la dimensión colectiva y el principio de utilidad en la obra de arte rompen drásticamente con los modos de hacer clásicos, y que los solapamientos o concatenaciones entre máquinas artísticas y máquinas políticas son más norma que excepción en la tradición de las vanguardias (le pese a quien le pese).
En la década de los noventa, mi actividad se diversificó en la curaduría y organización de actividades (principalmente en torno al vídeo, el mail-art, la música experimental/industrial y otros formatos en aquel entonces no sobrecodificados), así como en una diversidad de soportes, creo que influido, a ratos inocentemente, por mi top-ten particular: el posmodernismo crítico, la crítica institucional, el site-specific, el feminismo, las tradiciones politizadas y experimentales del cine moderno, y por supuesto el vídeo de artistas y de grupos políticos de los años 60/70. Pero más recientemente, sobre todo desde mi vinculación creciente con la actividad de los movimientos sociales, desde el ciclo de desobediencia civil en España en la segunda mitad de los noventa, del big-bang zapatista y la precipitación tormentosa del movimiento global en 1999/2000, mi dedicación se aplica a reforzar por todos los medios posibles la creación de nuevas máquinas que solapen arte, política y activismo, porque es así como el arte puede contribuir a construir un imaginario y un proceso colectivos de cambio. Estoy también irremediablemente convencido de que la única manera posible de recuperar el (tan denostado) principio vanguardista “arte/vida” es trabajarnos esforzadamente un arte que no sea otra cosa que construcción innovadora de sí. Creo que ésas son algunas formas de producir vida feliz en un mundo que da verdadero asco.


Hace unos meses con su estupenda exposición en la Galería Ángels de Barcelona quise dedicarle esta entrada que me ha llevado por fin a incluirla tras su elección como diputado al Congreso por En Comú Podem, algo que celebro enormemente, desde aquí desearle toda la suerte del mundo y esperar, si está en sus manos, que mitigue que la creación artística más transgresora no sea vista y neutralizada con desprecio e ignorancia desde los poderes conservadores o como algo elitista y burgués por a veces sectores de izquierda populista, sino que desde su plataforma política ésta pueda protegerla y dinamizarla.




                                        Varias páginas del primer número de Necronomicón



                                          La industria de Puertollano y su desmantelamiento




Grabación de Técnica Material, dúo compuesto por Luis Mesa y Miguel A. Ruiz, durante una actuación organizada por Necronomicón en la Casa de Cultura de Puertollano en 1987 durante un festival dedicado al video arte.

1 comentario:

  1. Impresionante documento que he querido coronar con una nueva digitalización de los cuatro Necronomicones en Wet Dreams. Excelso material donde los haya. Mil gracias por el post y por citar Wet Dreams. He aprovechado para re-subir los cuatro Necronomicones todos ellos en FLAC: http://stahlfabrik.blogspot.com.es/2015/12/va-necronomicon-1-2-3-4-1984-1987.html

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